Las tradiciones se han
perdido, los niños ya no salen a las calles a enseñar sus juguetes nuevos a los
otros niños/as, ese momento de magia al abrir una moto, un coche, una Barbie,
aquel Furby horrible, a sonreír y caerse de una bicicleta nueva con dos ruedas
pequeñas a los lados, apreciar los momentos con tu padre y con tu madre en
familia y pasear con ellos por la mañana de la mano y saltar de alegría, porque eres realmente feliz con poca cosa,
todo eso se ha perdido y se irá perdiendo con el tiempo, me parece injusto que
otros niños no puedan tener unos buenos reyes mientras otros niños disfrutan de
sus nuevas PlayStation, sus nuevos móviles, Ipad, Tablets, etc. Se hacen
mayores sin que sus padres se den cuenta, luego ellos mismos (si) sus padres, se
preguntan como saben utilizar también las nuevas tecnologías, porque se quedan
en casa encerrados sin querer salir, ni ver el sol, solo enganchados a la tv y a
los ordenadores de última gama.
El año que viene me propuesto ayudar a los más
necesitados a cubrir sus necesidades con tan solo una sonrisa, aparte de
apuntarme como voluntaria en Cruz Roja, hacer de payasita por unas horas y
repartir regalitos por los hospitales para niños/as que están enfermitos y que
solo quieren una navidad perfecta al lado de sus seres queridos.
Alicia,
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